El término empatía fue acuñado por Tichener en 1909. La traducción del concepto que dio a nuestro idioma podría equivaler a «sentir con otro desde dentro del otro».
- Empatía entendida como simpatía
La empatía no implica compartir la emoción percibida en el otro, no es un «sentir con otro». Tampoco implica sentimientos orientados hacia otro como resultado de percibir su sufrimiento. Estas cualidades se denominan simpatía, que por etimología de la palabra significa «sentir con, sentir lo mismo que…»
2. Empatía terapéutica
La empatía terapéutica ocupa un lugar de privilegio entre las cualidades facilitadoras del encuentro personal. Sin ella no existe base para la ayuda. En ella se apoya el uso adecuado y significativo de todas las otras variables. Veamos algunas precisiones para elaborar un concepto integral de esta cualidad facilitadora:
- Es necesario distinguir la empatía terapéutica de la simpatía
La simpatía mantiene al terapeuta dentro de su propio mundo, y por eso puede contaminar los problemas del paciente con sus propias experiencias y sentimientos. El terapeuta, cuando actúa desde la empatía terapéutica, distingue claramente los sentimientos propios de los sentimientos del paciente, evitando así el peligro de proyectar el propio mundo sobre el mundo del paciente.
- La empatía terapéutica debe integrar tanto elementos cognitivos como emocionales
Para que la empatía terapéutica no se empobrezca debe implicar a toda la persona. Tanto los elementos cognitivos como los emocionales están íntimamente relacionados y no pueden darse unos sin que, de algún modo, estén presentes los otros.
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